lunes, 21 de octubre de 2013

Entrevista al clítoris

Un médico entrevistó al órgano femenino.


El órgano femenino admite que no es fácil hablar de él. "Soy el más estigmatizado y perseguido".
Contrario a lo esperado, no fue difícil contactar al clítoris para esta entrevista. Bastó una llamada y una invitación a sentarse en el banquillo de los órganos para que aceptara. “Y eso –dice este órgano eminentemente femenino- que no estoy acostumbrado a que los periodistas me busquen… Es más, me da la impresión de que también me evitan”. Dice vivir sorprendido por el resquemor que genera en muchos la sola mención de su nombre y asegura, sin titubear, que “soy el órgano más estigmatizado y perseguido de la historia, sobre todo en ciertas culturas, tal vez porque fui creado para cumplir con una única función: proporcionar placer”.


¿Por qué se llama así?

Mi nombre tiene origen en la palabra griega kleitoris, que significa “pequeña elevación”. Y déjeme decirle que aunque me llamo así desde que me conozco, durante diez siglos se ocultó mi existencia…

¿Y eso por qué?

Créame que durante la Edad Media, e incluso mucho más allá de la época moderna, hablar de mí se consideraba pecado. Entienda usted que habito en una parte del cuerpo femenino que aún hoy genera sonrojos.

¿Y cuál es la razón?

Empiezo por decirle que soy el único órgano humano que tiene como propósito exclusivo el de proporcionar placer. Si a eso sumamos que este placer está ligado a lo sexual y a la figura femenina, tan minimizada y oprimida durante tanto tiempo, pues ya se puede imaginar la que se arma cuando mi nombre sale a flote…

Pero con el pene pasa lo mismo…

No… Ni se le ocurra comparar. Del falo, que no es un órgano exclusivo para el placer (pues también tiene fines reproductivos), hasta se han levantado monumentos; su figura no es ajena para nadie. Si invita a alguien a que se imagine la figura de los dos órganos, la del pene viene a la mente de inmediato… Para la gente ni siquiera tengo forma.

Ya que estamos en éstas, ¿cómo es usted?

Muchas personas piensan que soy un pene pequeño, y aunque soy un vestigio de la formación de dicho órgano, están muy equivocados. Soy como una Y invertida de tejido eréctil (cuerpos cavernosos que se llenan de sangre cuando se estimulan). Mi tamaño varía, pero lo que se ve es una especie de glande que mide, en reposo, medio centímetro más o menos. En estado de erección puedo hasta triplicar mi tamaño.

¿Cómo así que erección?


Sí, señor, no se aterre. En ese centímetro escaso tengo ocho mil terminaciones nerviosas muy sensibles, más del doble de las que tiene el pene; el estímulo desencadena una serie de reacciones que hacen que estos cuerpos cavernosos se llenen de sangre, me aumenten el tamaño y multipliquen mi sensibilidad… No es para menos: estoy conectado con más de 15 mil terminaciones nerviosas en la región pélvica. Mejor dicho, soy la llave maestra de un complejo, pero maravilloso, mecanismo de placer… Y disculpe que me eche tantas flores.



A ver: usted es el vestigio de un pene, tiene nombre masculino, pero es ciento por ciento femenino. ¿Eso no le causa problemas de identidad?



(Risas) Todo lo contrario. Soy por antonomasia la identidad femenina, en todas las hembras mamíferas. Quizá por eso he sido tan estigmatizado.


¿Se siente perseguido?

Hoy no tanto, pero qué tal si le digo que da pena revisar los libros de anatomía de veinte años para atrás. Pensaban que yo no era sino la parte externa, lo que se ve, cuando en realidad soy diez veces más de lo que aparecía en las revistas médicas y algunos consultorios.

¿Qué tiene usted que ver con el orgasmo?

Le reitero que soy un órgano de placer y no exagero si le digo que soy responsable de por lo menos ocho de cada diez orgasmos. En lo demás intervienen otras partes del cuerpo, pero ese no es mi asunto.

Tengo una curiosidad: ¿Es cierto que los señores tienen orgasmos más rápido porque usted es demasiado exigente y pide mucho tiempo?

Veo, por su sonrojo, que no solo le ha pasado, sino que tampoco me conoce. Déjeme darle una cifra: si me tratan como se debe yo puedo responder en un lapso de uno a cuatro minutos. Lo noto incómodo, mejor pregunte otra cosa…

¿Es cierto que a usted también lo afecta la impotencia y que se deteriora con el tiempo?

Más que sonrojarse muérase de la envidia: crezco con el tiempo y en la menopausia puedo multiplicar mi tamaño. Y por esa razón soy responsable de que las señoras reporten desde esas edades un sexo glorioso, que deja a los hombres boquiabiertos.

Una mujer puede vivir sin usted…

Eso no es cierto. Que algunos salvajes piensen que como mi función es el placer hay que extirparme, para controlar, someter y limitar el derecho de las mujeres a sentir, no cambia la esencia de lo que es: una mutilación criminal, que las hace sufrir profundamente. Pero le cuento algo: esos que me cercenan tampoco me conocen y no logran sacarme del todo. Basta un poco de mí para cumplir con mi función, que es dar placer. Ahí sí que me esmero. Y lo digo con mucho orgullo.

¿Quiere decir algo más?

Sí: me aburre que hablen de mí sin conocerme; con esta entrevista no busco salir del clóset, sino que empecemos a hablar de una parte vital del cuerpo humano sin tanto tabú y sin tanto sonrojo. Y que me llamen a los cuatro vientos por mi nombre: ¡Clí-to-ris!



or Carlos Francisco Fernández-  asesor médico de El Tiempo



sábado, 5 de octubre de 2013

...

Ayer, viernes 4 de octubre, estaba acostada a la tarde (17:00) para ser exactos, leyendo un libro, el cual hace que me sienta muy bien cuando lo leo... pero extrañamente hoy no. Estaba casi al final del libro, a pocas hojas de terminarlo cuando de repente mire hacia la ventana y vi una luz, la luz del sol que me hizo recordar a las tardes tan divertidas que pasada junto a mi amigo, mis amigos y/o conocidos, me quede pensando que yo seguramente era una de las pocas antisociales que se queda una hermosa tarde dentro de su casa, en su habitación probablemente leyendo un libro, escuchando música o simplemente haciendo nada, solo durmiendo o simplemente acostada, ahí fue cuando empece a tener esa sensación extraña de sentirme muy mal por desperdiciar de tal manera mi juventud, mi adolescencia, pensaba que debería aprovecha de esta vida porque nunca más volvería a tener la oportunidad para pasarla. La vida es muy valiosa, así sea complicada y nos duela en muchas meneras... la vida se vive una vez. VIVES O MUERES, es una elección de cada uno también como no lo es para otros, fuera como fuera, por eso deberíamos aprovechar de ella y hacer lo que se nos plazca, disfrutar de esto que es hermoso, disfrutar y divertirnos lo más que podamos, así como en su momento yo también lo hice, pero por desgracia esos momento pasaron para mi y algo hizo que todo cambiara. Estoy muy triste por eso y arrepentida por dejar que pasara y/o llegar a tal punto que sea horrible. Hoy en día, hace casi más de un año que estoy encerrada en mi casa completamente TODOS LOS DÍAS, no salgo ni para comprar, estoy de la pieza a la computadora, al libre, luego a la pieza y así sucesivamente. No hablo con personas, no tengo ningún contacto con nadie, no hago absolutamente nada, es como si no existiera, como si nadie me conociera y en cierto punto es algo así, pero no puedo quejarme... yo deje que esto llegara hasta donde estoy, tendría que haberlo parado y echo algo cuando veía que las cosas no estaban bien, cuando veía que algo que no era iba a ser. Nunca tuve este problema y nunca necesite desahogarme TANTO como lo necesito ahora, siempre tuve amigas, amigos, siempre tuve a alguien en quien confiar, con quien contar, pero es única persona que me había quedado desapareció... se fue sin más, sin decir "Adiós, ya no quiero tenerte como amiga y creo que tendré otra vida alejado de ti ¿Por qué? bueno porque ya no me interesas" pero no, él simplemente hizo como si nunca me hubiera conocido o si siquiera fuera su amiga (Una amiga que por cierto parecía ser más que eso ya que contaba conmigo para lo que sea y él mismo lo decía). No lo culpo y mucho menos digo que fue una de las razones por las cuales estoy así, sino que además de venir por este camino, él me abandono por así decirlo y ahí fue cuando más caí, porque caí en la cuenta que solo él me quedaba, pero no es su culpa, es la mía por dejar que esto pasara y ahora no sé como remediarlo, no sé que hacer, con quien hablar, como socializar con la gente, con gente que ni conozco, ni si quiera voy a la escuela como para intentarlo siquiera, porque ahí esta el problema, nunca tuve problemas con socializar, con hablar con gente que ni conozco y esas cosas, es más, siempre fui de hablar mucho con cualquiera y ser muy cariñosa de golpe, por eso siempre logre hacer amigos tan rápido, pero el tema es que no salgo como para ser yo otra vez, no veo a nadie más que mi familia que esta dentro de mi casa conmigo, que por cierto las veo muy pocas veces porque la mayoría del tiempo estoy encerrada en mi pieza viendo tele, leyendo un libro o durmiendo. Es horrible estar así y se que tengo que hacer algo para cambiarlo y voy a pensar mucho en eso, pensar en como hacer, en buscar cosas, actividades que me hagan salir de mi casa, solo quiero y necesito un apoyo. Espero esto se pase pronto porque mi depresión hace que piense cosas que podrían lastimar a los que amo y me aman!


Tenía una necesidad enorme de desahogarme y pensé que esta era la mejor manera de hacer. Se que en este blog no publico muchas cosas y más bien no son cosas TAN personales, si bien algunas cosas, muchas de ellas, son basadas en mis opiniones, lo que pienso y esas cosas, no son del todo "personal" sin embargo esta vez pensé que como el blog es mio debería tener algo que me marcara, algo realmente mio... pero nunca tuve la oportunidad de contar algo que sintiera, piense o me pase, pero ahora sentí la necesidad de hacer... se que no mucha gente ve este blog así como no muchos miraran esto pero no importa, a mi me hace  mucho bien contarlo de todos modos y se que algunas personas que lo verán entenderán porqué.

Un beso para todo el que lo lea.
Me siento mejor desahogándome!